La memoria es selectiva por naturaleza, y el hombre se define por su memoria individual que está ligada a la memoria colectiva. Por eso la unidad entre la identidad personal y la de los pueblos. No recordamos todo, ni tampoco olvidamos todo. El recuerdo y el olvido son los extremos de una misma cuerda.
Porque rememorar supone una construcción de significados, de tener una mirada retrospectiva crítica hacia los hechos del pasado que denoten una voluntad de recomponer.
Hizo falta muchos años de dolorosas investigaciones para llegar a una verdad, todavía inconclusa, fragmentada, politizada y hasta utilizada con fines personales.
Julio Cortazar en una charla dada en Madrid el 24 de marzo de 1981 dijo: "Hay palabras claves que condensan nuestras ideas y nuestras decisiones, que deberían brillar como estrellas cada vez que las pronunciamos:libertad, dignidad, respecto por la diversidad de opiniones, derechos humanos, justicia, educación, trabajo, democracia. Sin ellas nuestra vida no tendría el menor sentido, ni como pueblo ni como individuos. Que no se desgasten y se cansen a fuerza de repetirse, no deben agotarse ni perder su vitalidad. Sólo así lograremos que el presente y el futuro respondan a nuestra esperanza y a nuestra acción, porque la historia es el hombre y se hace a su imagen, a su acción y a su palabra."
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